Espera


Entre el amor y el odio hay una línea divisoria;
más allá se disuelven las dudas, pero todo son mentiras.
No hay líneas que definan límites,
sino que hay mentes y vidas cansadas;
mentiras que abundan por todos lados
y envuelven todo sentimiento que pretenda relucir,
con banderas de pureza y sinceridad.
Resulta todo confuso al final,
y sin remedio se cae en círculos y vicios,
y las gotas de fuego ruedan por las avenidas de la piel.
Hablamos de líneas, de cosas que no conocemos.
La vida se resbala en el espacio que hay entre los dedos,
y los sueños vuelan sin boleto
y sin permiso, para jamás volver;
en el cielo brillan estrellas que jamás se han de alcanzar,
y desde el suelo se emiten miles de suspiros
que no bastan para conseguir la calma.
Y en el fondo de este pozo de los deseos
radican cientos de esperanzas muertas,
ahogadas bajo el yugo de la espera.

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