Aves cautivas




Todo va siendo ya un montón de islas
extrañas que no saben cómo comunicarse;
un cielo que se va quedando sin estrellas,
desierto como esta calle en domingo de invierno.
Se van quedando en el olvido
los días antes del desorden,
y nos va cubriendo un viento recio de soledad
que se entra hasta los huesos y
rompe los cristales de la buena voluntad.
Ya se apagan las risas que desde el interior del
murmullo lanzan destellos en códigos desconocidos.
Todo va siendo ya como la ola que rompe
en la frente de la última ciudad de pie,
y que inunda las casas donde habitó
el calor de quienes se conocieron
bajo la luz de la coincidencia.
Pero ya los montes no tienen la
paciencia que fundó al mundo,
y los gatos no se detienen curiosos
a mirar desde las azoteas.
Se han roto los lazos que nos convirtieron
en cazadores de nubes fugitivas;
todo va siendo ya como un montón

de islas extrañas que van olvidando los colores.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario