Prehistoria

 





Después de este verso
quemaré la mitad de mi vida,
arderá la hoguera que alumbre
el resto del camino.
Cuando pase esta noche
ya ninguno tendrá el mismo nombre,
y al cruzarse en el mundo no se reconocerán;
al final de esta línea el tiempo se reinicia,
cae una gota lentamente,
cae sin remedio en el vaso colmado
y se estrella y salpica la noche
mientras la luna bosteza el cielo abierto.
Se estrella contra la realidad inasible,
el desencuentro de la ilusión,
la brusca rebelión de los sueños,
el insaciable abismo
que nos invade los momentos de calma.

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